Recientemente se celebró en Lima. del 9 al 11 de octubre. la reunión Anual del Grupo Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), una Junta de Gobernadores de 188 países que buscó establecer un espacio de discusión donde se analizó la situación económica de las naciones participantes. En dicha reunión se reflexionó sobre la coyuntura actual y los retos que deben afrontar las economías de las naciones participantes como la desaceleración de la economía China, la lenta recuperación de Estados Unidos y de la zona Euro, la caída de los precios de los commodities, la lucha contra la pobreza, entre otros. En la reciente edición de Octubre 2015 de -Perspectivas Económicas- del FMI se menciona que el crecimiento mundial se mantiene moderado y desigual. Después de registrar un retroceso a principios de 2015, el ritmo de la actividad mundial repuntó, pero las perspectivas de crecimiento siguen siendo débiles en un horizonte tanto de corto como de largo plazo. Las economías del hemisferio occidental tuvieron un lugar prominente en esos acontecimientos y tendencias.

En Estados Unidos, tras un lento comienzo este año, el renovado ímpetu de la recuperación estuvo sustentado por la resiliencia del consumo y de los mercados de trabajo, pero Canadá continuó perdiendo impulso a raíz de la caída de los precios del petróleo. En otros países. el crecimiento regional se volverá levemente negativo en un contexto de menores precios de las materias primas, un endurecimiento de las condiciones financieras, factores internos desfavorables y perspectivas menos auspiciosas a mediano plazo.

Los riesgos para las perspectivas se inclinan a la baja en vista de un posible estancamiento de las economías avanzadas, unido a un menor crecimiento potencial en los mercados emergentes.

Por ello, la aplicación de políticas que eleven el potencial sigue representando una prioridad en muchas economías, con la inversión y las reformas estructurales siendo factores cruciales, también dentro de la región. Como lo mencionó en sus recientes declaraciones el Presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim. la fuga de capital de las economías emergentes ha sido el más grande en casi 90 años, el precio de las materias primas ha bajado y parecería ser que seguirá así. Para las economías que han crecido basándose en el súper ciclo de los commodities en los últimos 10 años las cosas deben de cambiar ya que hay que incrementar el sentido de urgencia y hay muchas cosas que deben hacer los gobiernos de éstas países, como hacer más eficiente el gasto público.

Invertir en educación y salud de calidad es la clave, de esta forma los gobiernos darán señas que están listos para hacer estas reformas y garantizar los mercados para acceder a los financiamientos en el corto y mediano plazo. En líneas generales se podría decir que debemos ponernos a trabajar en recuperar la confianza para que países como el nuestro se diferencien y los capitales dejen de irse.

Esto sin duda sólo se logrará con muestras claras que evidencien actividades de reformas, sobre todo en educación y salud. La actividad económica en América Latina y el Caribe se ha venido desacelerando sostenidamente desde 2010, tras varios años de elevados precios de las materias primas y

un crecimiento regional sólido (un período que se conoce como el “superciclo de las materias primas”). Los precios de las materias primas han venido cayendo desde el 2011, en tándem con la desaceleración de, la actividad económica de China, lo que debilita los términos de intercambio de la región. La a nivel mundial de los precios de la energía, los metales y los bienes agrícolas ha sido un factor clave detrás de la desaceleración. La , reducción sostenida en los términos de intercambio de las materias primas de la región registrada en los últimos años ha reducido los ingresos nacionales, lo que ha afectado a la inversión privada y el consumo.

El crecimiento del Perú se desaceleró de manera pronunciada el año pasado, debido a la caída de la inversión privada, así como la pública a nivel subnacional, y cambios de oferta temporales en los sectores de pesca, minería y agricultura. Como algunos de esos shocks siguieron vigentes durante el 2015 y se vieron acentuados por la renovada caída de los precios de los metales, se espera que la economía de Perú crezca este alío a un ritmo similar al del año pasado, es decir aproximadamente un 2.5%. Se prevé que el crecimiento repunte y llegue a aproximadamente un 3.25% en el 2016, gracias a una reactivación de la producción minera, aunqueel nivel de incertidumbre es considerable, por ejemplo, tomando en consideración un impacto negativo mayor que el esperado con el fenómeno climático de El Niño que podría afectar la economía local.
El éxito económico del Perú no es simple-mente un boom de materia prima, sino de buen gobierno, crecimiento de inclusión y buen trabajo. El Perú es uno de los más rápidos en

reducir pobreza y desigualdad, que se ha tomado como ejemplo para el desarrollo de otros país; sin embargo aún las empresas peruanas están por debajo de la productividad a nivel regional, donde la informalidad en la economía genera ingresos que no son destinados a la innovación y por ende las empresas no van a mejorar o hacerse más productivas. La dirección de políticas que podrían ayudar a lograr mayor productividad de las empresas son reglamentación, comercio, mercado laboral, finanzas e innovación, mayor equilibrio entre incentivos y protección a la fuerza laboral, creando lugares de trabajo y mejorando la educación. Como se expresó en el primer seminario de dicha Junta de Gobernadores, ningún país puede crecer a un paso sostenido en el PBI si no existe una asociación entre el sector privado y público. El éxito del Perú se basa en la atracción a la inversión y a la productividad, por lo cual productividad y crecimiento son los impulsos si el país quiere llegar al “nivel de altos ingresos”. En el Perú, la transformación que necesitamos son un esfuerzo continuo de reformas, no una específica ni espectacular sino cambios a varios niveles pero continuos. Si bien no son cosas que se hagan fácilmente, pero se trata de productividad, ya que es lo que genera sueldos a los trabajadores y por ende disminuye la pobreza. Hay que enfocarnos en manejar bien lo que tenemos. El Gobierno debe enfocarse en gestionar el gasto público, hacerlo más eficiente enfocándonos en los sectores educación y salud, por eso debemos seguir preparándonos para ser atractivos a la inversión… ¡ahora con más urgencia que antes!