EDITORIAL

REVISTA “PARQUE INDUSTRIAL” – AGOSTO 2021

Nuestro país ha cumplido 200 años de independencia y hemos recibido las fiestas patrias con la asunción de un nuevo presidente de la República. El futuro del Perú se torna incierto, no sólo por la galopante subida del dólar y el consecuente incremento de los precios de la canasta familiar, sino también por el total desconocimiento de cuál o cuáles serán las acciones del Gobierno para recuperar la economía nacional, mientras continúa la lucha contra la pandemia del coronavirus.

Veo con preocupación la insistencia del presidente de cambiar el modelo económico de nuestro país, que viene ofreciendo un crecimiento sostenido desde hace 30 años. Considero, además, que una innecesaria intervención del Estado en el funcionamiento del libre mercado afectaría la libertad económica y personal. Y esta idea no es propia, la tomo prestada de Friedrich Hayek, economista austriaco ganador del Premio Nobel de Economía en 1974.

Hayek es el impulsor y mayor referente de la escuela austriaca del liberalismo, autor del libro “Camino de servidumbre”, publicado originalmente en 1944 en Reino Unido. En este libro, el autor nos ilustra de cómo la “planificación racional” del Estado y su pensamiento “colectivista” degenera indefectiblemente en un caos económico y social, poniendo como ejemplo a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y la Alemania nazi.

Además, en “Camino de servidumbre” descubrimos ideas que, casi 80 años después, podemos sentir frescas y absolutamente reflejadas en nuestro presente. Hayek observa -por ejemplo- la necesidad prioritaria de reducir la concentración del poder gubernamental a partir de la protección de la propiedad privada: los individuos podrán decidir qué hacer con sus vidas sólo si el control de los medios de producción se divide entre muchas voluntades independientes.

Al mismo tiempo, la tesis de Hayek señala que la libre competencia es el mejor método para fomentar el progreso de la sociedad, ya que, de no requerirse la intervención coercitiva o arbitraria del Estado para asignar los recursos, se garantiza la eficiencia. En una sociedad competitiva todos sus miembros sabrán que deben sacrificar una cosa para conseguir otra. Para terminar, quiero utilizar esta ventana para saludar a los arequipeños y arequipeñas que este mes celebran el 481 aniversario de la Ciudad Blanca. Arequipa siempre se ha caracterizado por ser una ciudad de gente libre, fuerte, trabajadora y contestataria. Continuemos trabajando por el bienestar de nuestra ciudad, de nuestra familia y sobre todo por el progreso de nuestro país. Que las diferencias no nos dividan y nos sirvan como impulso para salir adelante. Juntos podemos lograrlo.

Bernardo Suárez Vivanco
PRESIDENTE DE ADEPIA

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