Competitividad laboral en tiempos de incertidumbre

Mauricio Matos

Socio del área laboral de EY Perú – región sur

Desde el segundo trimestre del 2020, muchos peruanos nos hemos sentido, en mayor o en menor medida, presas de la incertidumbre. El impacto de la crisis económica y sanitaria se ha hecho sentir no sólo en las personas, sino también en las empresas, en tanto generadoras de puestos de trabajo formal. De hecho, un informe del Instituto Peruano de Economía (IPE) refiere que, durante el año pasado, la pobreza en la zona sur (Puno, Apurímac, Cusco, Tacna, Moquegua y Arequipa) se elevó a 31%, cifra que coincide con el incremento del nivel de pobreza en 10% a nivel nacional. La falta de claridad que se cierne sobre los factores externos, que no podemos controlar, nos hace replantear qué medidas dentro de la organización nos permiten, por el contrario, enfocarnos en las variables que sí dependen de la empresa a fin de ser más eficientes y creativos. Un claro ejemplo es el aspecto laboral.

Para nadie es un secreto que la inversión privada genera puestos de trabajo y estos, a su vez, un impacto en los trabajadores que les permite el acceso a la seguridad social – y por consiguiente a la salud –, también el acceso al crédito y, por ende, al consumo. Se trata de una cadena virtuosa donde la empresa privada juega un rol preponderante. Pero ¿cómo podemos generar o mantener los puestos de trabajo a pesar de la incertidumbre? Siendo muy cuidadosos con el cumplimiento de la normativa laboral, pero también con el gasto.

Si apostamos por un modelo de planeamiento contractual a mediano plazo que priorice esquemas mixtos de trabajo, como el teletrabajo versus el trabajo presencial, podremos encontrar importantes espacios de ahorro. Este se podrá obtener en términos de costos operativos y, al mismo tiempo, permitir que los trabajadores repotencien su productividad laborando desde sus casas. Todo ello implica que debemos adaptarnos a esquemas de contratación laboral que nos permitan evitar contingencias de desnaturalizaciones o reposiciones laborales a futuro. La clave se encuentra en prevenir el incendio y no en implementar costosas herramientas para apagar el fuego cuando no haya marcha atrás.

Desde el punto de vista salarial y de compensaciones sucede exactamente lo mismo. Debemos empezar a revisar los componentes de nuestra nómina y analizar cuáles de estos no se están manejando de manera eficiente. Por ejemplo, si un empleado que realiza actualmente trabajo remoto le seguimos pagando “movilidad supeditada a la asistencia al centro de trabajo” tendremos una contingencia en el corto plazo. Si no contamos con una política salarial bien estructurada que no dé márgenes de interpretación al regulador, entonces podríamos terminar asumiendo costos no deseados que nos llevan, a la larga, a no poder mantener los puestos de trabajo por los que apostamos.

Asimismo, no podemos dejar de atender el cumplimiento de las exigencias regulatorias en materia laboral. Dejar de hacerlo nos expone -con más frecuencia- a la imposición de ingentes multas por parte de SUNAFIL, que muchas veces no pueden ser asumidas por los empleadores. En este sentido, mantener una matriz de identificación de las normas que debemos cumplir con el centro de trabajo, servirá como guía para una implementación de corto, mediano y largo plazo de estas medidas.

Arequipa y la región sur en general han sido de las más golpeadas en términos económicos por la pandemia. De acuerdo con el índice de competitividad regional 2020 publicado recientemente por el IPE, hemos retrocedido al cuarto lugar, después de haber permanecido por varios años en el segundo lugar detrás de Lima. Sin embargo, esto no debe llevarnos ni al desencanto ni al desaliento.  Hoy más que nunca nuestra región requiere de nosotros y del rol que la empresa privada juega, pues será fundamental en el proceso de recuperación económica, pero, sobre todo, en la preservación de puestos de trabajo. Si bien hay factores que no podemos controlar, concentremos nuestros esfuerzos en aquellos que sí dependen de nosotros como la creatividad y la eficiencia.

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