Las vacunas salvan vidas. Se trata de ciencia, no de fe

Se define vacuna, como el preparado de antígenos que, aplicado a un organismo, provoca en él una respuesta de defensa. Se previene enfermedades mediante la estimulación del sistema inmunológico desde 2000 años antes de Cristo En China fue practicada la inoculación que según el padre jesuita François-Xavier d’Entrecolles, (1664 – 1741) consistía en impregnar un pedazo de lienzo que envolvía al enfermo con un poco de pus de la lesión dermatológica de la viruela y se lograba con esto la formación de un tapón que se introducía por las aberturas nasales de las personas sanas, con el propósito de que se contagiaran con la forma benigna de la enfermedad.

Otro método que se utilizó en este país asiático fue el de soplar a través de pequeños tubos las costras de los granos de la viruela, pues se había observado que su pus pierde virulencia al dejarlo secar. Edward Jenner (1749-1810), basándose en sus observaciones de las ordeñadoras de las vacas, quienes enfermaban de vaccinia (enfermedad cutánea de las vacas) pero declaraban no haber contraído la viruela, se propuso demostrar que la inoculación del contenido extraído, a partir de las vesículas de la viruela vacuna en el hombre, daba origen a una excelente protección contra esta enfermedad. El último caso de infección de viruela en el mundo fue en octubre de 1977 y se certificó la erradicación mundial de la enfermedad en 1979. La poliomielitis se eliminó en 1991.

Durante muchos años los médicos y científicos han desarrollado diversos métodos para estimular al sistema inmunológico y protegernos contra diversas enfermedades, además de la viruela y poliomielitis se ha usado contra la difteria, sarampión, tos convulsiva, rabia, hepatitis A y B, tétanos, influenza, neumococo, tuberculosis, papiloma virus de cáncer de cuello uterino entre muchas otras.

Al surgir la pandemia del nuevo Coronavirus a finales del 2019, diversos laboratorios en todo el mundo han utilizado numerosas técnicas diferentes para fabricar vacunas, algunas de ellas innovadoras, a través de las cuales se han desarrollado alrededor de 200 candidatas a vacunas, y que al presente se encuentran en distintas fases de desarrollo. Pocas han completado las fases requeridas que son:

a) Fase preclínica: se realizan ciertos resultados experimentales en animales para verificar la eficacia de la vacuna y su capacidad para provocar una respuesta inmunológica.

b) Fase I: la cual puede incluir estudios de dosis y vías de administración en un pequeño número de humanos, una vez que la vacuna ha sido considerada segura pasa a otra fase.

c) Fase II: se realizan ensayos acerca de la seguridad, capacidad inmunógena, dosis propuestas y método de administración de la vacuna.

d) Fase III: tiene como objetivo evaluar la seguridad y eficacia de la vacuna experimental en un número mayor de voluntarios, por lo general es el paso anterior a la aprobación de una vacuna.

e) Fase IV: se llevan a cabo los estudios posteriores sobre la efectividad de la vacuna, una vez que esta ha sido aprobada en uno o varios países.

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