Contratos NEC: simplicidad y flexibilidad para generar inversión en Arequipa.

Iván Frías Lizama
Socio de Auditoría de EY, responsable de la oficina de EY en Arequipa

En Julio 2020, nuestro país suscribió con el Reino Unido un acuerdo de Gobierno a Gobierno (G2G) para impulsar el programa de reconstrucción en las regiones afectadas por el fenómeno de El Niño costero del 2017. La Inversión de este enorme proyecto pendiente que afecta a nueve departamentos (Lima, Piura, Lambayeque, Tumbes, La Libertad, Ancash, Ica, Huancavelica y Arequipa), se calcula en aproximadamente S/7,000 millones y que implicará obras de soluciones integrales en ríos, quebradas, drenajes pluviales; y la construcción de establecimientos de salud e instituciones educativas emblemáticas. Los primeros paquetes ya fueron presentados en agosto pasado y se espera comiencen en los siguientes meses (ver infografía). Este acuerdo entre países ha sido basado en los contratos NEC (New Engineering Contract) o Nuevo Contrato de Ingeniería y construcción en su modalidad de NEC3 en Perú.

Pero ¿qué son los contratos NEC?, ¿podemos implementarlos en otros proyectos en el Perú y en la región Arequipa?

Los contratos NEC fueron creados en Reino Unido en la década del 90 con la idea de “mejorar todo lo que sabíamos que estaba errado en los contratos de construcción tradicionales con el Estado y (…) colocar solamente aquello que ayudara a las partes a administrar bien su contribución al proyecto.” Dicen los expertos de dicho país.

La Institución de Ingenieros Civiles del Reino Unido señala que los NEC constituyen “acuerdos integrales que se soportan sobre tres objetivos fundamentales: claridad y simplicidad, flexibilidad y facilidad para su uso con un lenguaje sencillo y estímulos a la buena administración y a la utilización de buenas prácticas”. Estas características, propias de contratos colaborativos, procuran maximizar los recursos y realizan una equitativa distribución del riesgo y los beneficios del proyecto entre el titular y el contratista. De esta forma, se reducen significativamente los reclamos y disputas (que, en algunos casos, generan la paralización y hasta el fracaso de algunos proyectos), los que causan pérdidas no solamente económicas sino del beneficio que representa para la población la ejecución del proyecto.

Asimismo, los NEC incorporan mecanismos de resolución de disputas que no interrumpen su ejecución, y que acompañan a las partes durante la ejecución del contrato (disputes boards), lo que agiliza la solución de eventuales controversias, así como un conocimiento profundo de éstas por parte de quienes deben resolverlas, lo que no ocurre con la actual Ley de Asociaciones Público-Privadas y la Ley de Contrataciones del Estado, que por naturaleza tienen otra finalidad.

En el Perú los hemos usado con éxito para los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Lima 2019 (en la versión de tipo de contrato NECF, el cual prioriza el cumplimiento de plazos y permitió que la Contraloría tenga acceso a la supervisión y la fiscalización de las obras), con una inversión aproximada de S/4,000 millones y generando ahorros para el Estado al finalizar las obras. Algo poco usual en nuestro país.

Los NEC podrán ser modelos diferentes para nosotros, pero es claro que ya aterrizaron en el Perú y planean quedarse. Han logrado funcionar en el caso de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Lima 2019 (y en el mundo en varias mega inversiones en infraestructura), después de la incredulidad inicial y gracias a la disposición de los peruanos que pudieron sacar adelante el proyecto. Los NEC plantean una nueva manera de hacer las cosas, por lo que todos deberemos demostrar la apertura necesaria, hoy más que nunca, con una crisis de salud pública (COVID – 19), una economía nacional y regional golpeada por la pandemia y con una necesidad de infraestructura pública y de salud muy alta (generada en décadas por serias carencias en gestión y capacidades técnicas), debemos evaluar si estos modelos de contratos podrían ayudar al resto de inversiones y obras que se tienen proyectadas en la Región del sillar para los siguientes años. Inversiones en infraestructura, salud, educación, agrícolas, saneamiento y urbanísticas, claves para que Arequipa pueda seguir creciendo y manteniéndose como un punto de atracción de inversiones y de nuevas fuentes de capital que irradien a todos.

Arequipa es una región con grandes oportunidades, pero también con grandes retos que no se deben dejar de lado. Retos que son una tarea en conjunto: gobiernos locales y regionales, autoridades, gremios empresariales, entidades privadas y población en general. Esta opción podría ayudar a reenfocar ciertas tareas pendientes y poder mirar el futuro con otra óptica y beneficio para todos.

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