Según Poner. Son 4 los factores que determinan la competitividad de un país o una región:

 

a) La dotación del país (recursos naturales. fuerza laboral. capital, infraestructura. conocimientos), b) condiciones de la demanda (nivel de exigencia, sofisticación. tamaño),

c} los sectores afines y de apoyo (los que brindan soporte a las actividades principales) y

d) las condiciones prevalecientes en el país. En materia de creación, organización y manejo de empresas.

En esa línea, el Informe Global de Competitividad 2016-2017 del Foro Económico Mundial (World Economlc Forum – WEF), muestra que Perú ha ascendido 2 posiciones. Pasando del puestos.  Al 67 en el último período. Dentro de esta evaluación, realizada sobre un total de138 economías. Nuestro país obtiene los mejores puntajes en factores tales como el entorno macroeconómico (pilar 3). Salud y educación primaria (pilar 4) y desarrollo del mercado financiero (pilar 8).

 

Sin embargo. Los factores en los que tradicionalmente nuestro país han tenido puntajes  más bajos son innovación (pilar 12) y sofisticación en los negocios (pilar 11). Además de disponibilidad/preparación tecnológica (pilar 9). La baja calificación en estos. Se encuentra relacionada a la falta de capacidad para innovar, al escaso nivel de investigación. al poco presupuesto que le dedica la empresa privada I&D  a la falta de desarrollo de clüsters, al bajo nivel de conexión entre la academia y el empresariado, entre otros. Si bien es cierto, en los últimos años el gobierno peruano ha intentado salir del statu quo para impulsar la Innovación y la generación de valor, es poco lo que se ha logrado aún. Por otro lado, los esfuerzos de la empresa privada, aunque cada vez mayores, aún no muestran resultados significativos.

 

Arequipa no es ajena a esta realidad. A pesar de que, según evidencia el Índice de Competitividad Regional 2016. Publicado pote’ Instituto Peruano de Economía, es la tercera región más competitiva. Luego de Lima y Moquegua, existe aún una brecha importante para lograr ser una región verdaderamente competitiva en el marco del contexto internacional.

 

Bajo ese contexto, es claro que el estado peruano tiene una gran tarea pendiente respecto a factores como la institucionalidad. educación, infraestructura. innovación, entre otros. Pero el reto es mayor aún para el sector privado, que debe asumir un rol protagónico en este proceso.

 

¿En qué podría aportar el sector privado para generar una ventaja competitiva individual y regional? Pues en mucho. Cuando nos referimos al sector privado, incluimos a las empresas, universidades, cámaras de comercio u otro tipo de empresas o asociaciones que las representan. Seguramente existen muy buenas ideas. pero necesitan ser llevadas a la práctica. o en todo caso. masificarlas. Aquí algunas de importancia. no por ser novedad, sino porque su implementación a nivel de la Región Arequipa aún es incipiente: • Mayor inversión en investigación, de la mano con la academia (Universidades e Institutos). Esto genera una relación ganar-ganar entre ambos sectores. • Generación de espacios asociativos. Por nuestros volúmenes de producción en general, somos un país que atiende a nichos de mercado. Asociados somos más competitivos que individualmente. • Generación y gestión de información. Sin información es difícil tomar decisiones e incluso innovar. Por lo general existe poca información sectorial en, por ejemplo: salud, educación, tecnología, tendencias. etc.
• Fortalecimiento de cadenas de valor. Es más probable que una empresa sea competitiva, si sus stakeholders lo son también (proveedores. centros de formación, colaboradores).

Porter sostiene que la única manera como un país o región puede mejorar la calidad de vida de sus pobladores. es teniendo empresas competitivas que puedan pagar salarios altos y crecientes. Esto a su vez incentivará la economía, generará un consumo mayor y más sofisticado, lo que promoverá la inversión y generará más empleo. A partir de ello, se pondrá más énfasis en la innovación, en generar un mayor valor agregado y en competir exitosamente en los mercados locales e internacionales. Un círculo virtuoso con el cual debemos comprometernos. Manos a la obra.

 

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