LA MINERÍA, LA INDUSTRIA Y LA CONSTRUCCIÓN – SOCIOS DEL DESARROLLO
Los encadenamientos del sector minero con las diversas actividades productivas son cada vez mayores. Ello significa que el sector minero es, a diferencia de lo que comúnmente se piensa, una locomotora para el impulso y crecimiento de otras actividades y servicios conexos, a través de la compra de insumos y la dinámica de inversión y empleo que ello genera.
Claros ejemplos de ello es la articulación que se viene logrando, entre otros, con los sectores industria y construcción. En estos casos, si bien la principal relación entre la minería y estos sectores se debe a la demanda de insumos y servicios que requerida por el sector minero para su desarrollo, ésta también se extiende a los proyectos de responsabilidad social y ambiental que las empresas mineras implementan, sean estos de alcance local o regional.
Veamos en primer lugar el caso de la interrelación con la industria.
El desarrollo de nuevos proyectos mineros ha venido acompañado por la creación de nuevos emprendimientos productivos que han permitido el desarrollo y consolidación de proveedores en el sector industrial. De esta manera, parte de los productos requeridos para el equipamiento de las unidades mineras – que hace unos años no hubiéramos imaginado producir localmente – han empezado a desarrollarse en el Perú, productos que requieren de altos estándares de calidad y que contienen alto valor agregado.
Así, tenemos que entre los productos que el sector minero adquiere de proveedores peruanos se encuentran los molinos, bolas de molino, celdas de flotación, hornos, fajas transportadoras, bombas, motores, palas mecánicas, estructuras electromecánicas, agitadores y locomotoras. Se han desarrollado productos para los diversos segmentos de la industria minera y sus distintos procesos, como los de lixiviación y flotación.
Solo a manera de ejemplo, las exportaciones peruanas de productos metal mecánicos superaron en el 2014 los US$ 580 millones, monto casi cuatro veces mayor al exportado en el año 2001. Estas no solo se dirigen a países cercanos, como Chile, Ecuador y Colombia; su principal destino es un gran y exigente mercado: Estados Unidos.
Por otro lado, las actividades de construcción son también uno de los principales componentes en el desarrollo de un proyecto minero. Ya sea para habilitar vías de acceso, instalar campamentos o para erigir plantas de producción y facilidades de energía, el sector construcción está muy presente en la actividad minera.
Los datos del MINEM así lo indican: la inversión minera en infraestructura entre los años 2006 y 2014 ha superado los US$ 8,700 millones, representando el 19% del total invertido por la minería en dicho período.
Esta cifra cobra mayor importancia si tomamos en cuenta que la cartera de inversión minera que tiene el país y que implica el desarrollo de proyectos en el futuro supera con creces el monto invertido en el periodo antes indicado. Por tanto, es de esperar que de llevarse a cabo estos proyectos, se generaría un importante dinamismo en el sector construcción, que contribuiría a que este retome la senda de crecimiento observada en años previos.
Cabe anotar además que el impacto de la minería en el sector construcción no se limita a los momentos específicos en que el proyecto requiere construir diversas instalaciones. Como se ha observado en los últimos anos, el sector minero viene dinamizando la construcción a través de su participación en el programa de obras por impuestos implementado por el Estado.
Mediante este programa se ha logrado la ejecución oportuna de proyectos de infraestructura priorizados por las autoridades regionales y locales en beneficio de las poblaciones de la zona. Desde su creación, las empresas mineras han implementado proyectos por US$ 989 millones en rubros como construcción y mejoramiento de pistas, de veredas y de sistemas de agua y desaguo.
Del monto señalado. US$ 56$ millones se han invertido en proyectos de transporte y US$ 194 millones en proyectos de saneamiento, ambos directamente relacionados con las actividades de construcción.
Como se puede ver, existe una doble interrelación entre la minería y la construcción, estando estas actividades estrechamente entrelazadas. Más aun, estos lazos no se dan únicamente en la actividad productiva per se, sino que se extiende incluso a los proyectos de desarrollo que las empresas del sector minero implementan.
A partir de lo antes señalado podemos señalar que la relación entre los sectores minería, industria y construcción ha redundado positivamente en nuestro país: se ha incrementado la inversión, se han generado más y nuevos encadenamientos que contribuyen a nuestra diversificación productiva y se ha aportado a la generación de empleo. En ese sentido, es de esperar que la ejecución de nuevos proyectos mineros continúe siendo un factor clave para el crecimiento de la industria y la construcción, permitiendo así generar valor y contribuir al crecimiento de nuestro país.
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