ORIGEN Y DESARROLLO DEL PARQUE INDUSTRIAL

UNA HISTORIA EXITOSA Y UN HOMBRE DE PRINCIPIOS Y DE ACCIÓN

Entrevista: Otto Herbert Gygax Coloma

Protagonista viviente de los hechos que marcaron la línea de quiebre  orientada a la promoción industrial de Arequipa, fue y será recordado siempre como tal. El Ing. Fernando Chaves Belaunde a quien visite en su domicilio de Cayma en ocasión de preparar los contextos de este especial numero de la edición dedicada precisamente a nuestro emblemático parque industrial de Arequipa.

Muy cerca a cumplir sus 87 años de edad, bien vividos al servicio de su tierra natal y siempre dispuesto a conversar sobre su querida Arequipa, me recibe, con su sencillez y amabilidad de costumbre en su apacible recinto familiar, recordando sus años de estudiante en la Universidad Católica de Lima, siempre ligado a su terruño, como aquel, cuando a mediados de la década del 50, con un grupo de amigos, también arequipeños y socios del Círculo Arequipa, en su Viejo local de Polvos Azules, lograron con su activa participación, que dicha Institución contara con un Nuevo local en el Paseo Colón, antes de su definitiva actual ubicación como sede del Club Departamental.

Me contó que, como profesional recién egresado empezó trabajando en obras de ampliación en el Puerto de Matarani, luego de su inauguración. Y centrando sus recuerdos a los años, de 1965 al 1968, desempeñando la Presidencia de la Junta de Rehabilitación y Desarrollo de Arequipa le cupo la inmensa satisfacción, se le ilumina la brillantes de sus ojos, al refrescar cn su ágil memoria la imagen de un grupo extraordinario de colaboradores ad-honorem, ciudadanos de todas las tiendas políticas, gente normal de todo lado, que empujaban su esfuerzo hacia el mismo sentido, muchos sin conocerse al principio pero que con el tiempo se convirtieron en coordinadores con gran capacidad para trabajar por los proyectos audaces en favor de Arequipa.

Menciona que en la Casona de San Francisco – donde funcionaba la J RDA — el grupo llegaba, en la puerta dejaba colgado el sombrero, el saco y su actividad política e ingresaba para contribuir al desarrollo de la ciudad, trabajando sin horario fijo “tal vez inspirados  seguramente por muchos ángeles y algunos demonios que terminaban transformándose luego en ángeles, al ver ese espíritu de unión”. Destaca la colaboración incondicional del Presidente Fernando Belaúnde Terry, quien siempre los apoyó y desde Palacio les permitió a los miembros de la JRDA se les abran las puertas para ejecutar inmediatamente los proyectos y también para obtener oportunamente los desembolsos de fondos provenientes del 2% del Ad-Valorem de todas las importaciones de la república.

Entre los años 1958 y 1967 se invirtieron 1,001’0O4-,596.85 millones de soles con recursos que alcanzaron 1,026’927,54‘1.17, según la memoria de los IO años de la J.R.D.A. Al principio disponían en Bancos de grandes sumas de dinero que en corto plazo rápidamente se agotaban porque el ritmos de la ejecución de tantas obras al mismo tiempo era enorme y a veces hasta tenían que recurrir a buscar créditos inmediatos para seguir avanzando, mientras recibían las nuevas remesas desde Lima. Los trabajos en vivienda mínima, vivienda provisional, ayuda mutua, cooperativas, ciudades satélites, el Parque Industrial, la Fábrica de Cemento, la Deshidratadora de Alimentos, la Corporación de Saneamiento, la Variante de Uchumayo, la rehabilitación de Monumentos Históricos, la Irrigación La Joya, el Parque Artesanal, la nivelación de urbanizaciones populares, las obras de electrificación y muchas otras más, resumen el esfuerzo constante que no se podía frenar. Concentrado solamente en el tema principal materia de nuestra conversación, evitó, manteniendo su acostumbrada modestia, referirse a otros temas vinculados, así mismo, con el desarrollo de Arequipa en los que le cupo participar y que por su enorme trascendencia he juzgado necesario incluir como parte de esta reseña.

 

Desempeñándose como Director de Electroperú, responsable de la administración de Proyectos, consiguió concretar en el año 1975 la construcción de la Hidroeléctrica de Charcani V cuyos estudios dormían el sueño de los justos desde e] año 1966. Este gran proyecto sirvió para atender la demanda de energía eléctrica no solamente a Arequipa sino también a] resto del Sur del país que venían sufriendo de constantes apagones y el agua no alcanzaba a expandir 1a agricultura ni a dotar de servicios eficientes a la Industria.

Se cuenta que el mayor desafío que tuvieron que superar los ingenieros y técnicos a cargo de la obra “fue justamente el tramo construido en el flanco del volcán Misti, tutelar de la ciudad, principalmente el túnel de descarga, motivado porque las rajaduras en el material volcánico eran inclinadas y no perpendiculares en relación al túnel”.

Esta obra de ingeniería transformó el panorama económico y social de la región, que a] decir de la Empresa Constructora Odebrech “ejecutora de los trabajos” – pocas empresas en el mundo pueden registrar.

Cabe también agregar a la infatigable trayectoria del Ing. Chaves Belaúnde, aquella relacionada con el Sueño Arequipeño de hacer realidad

la segunda Etapa del Proyecto Majes cuando estando a cargo de la Presidencia de la Junta de Rehabilitación logró conseguir la predisposición que empresas Sudafricanas se interesaran desde entonces en participar en la ejecución de esta gran Obra.

Recuerda que antes de los terremotos del 58 y 60 gran parte de la población vivía en el centro de la ciudad, muchas casas viejas se vinieron abajo, las rutas que en coordinación con los damnificados que se sentaban desconsolados frente a las ruinas de sus casas se preparaban cuidadosamente por donde había más daño: escombros y destrucción para las visitas que hicieron, primero el Presidente Dr. Manuel Prado y después su Ministro de Hacienda y  Comercio